martes, 29 de noviembre de 2016

Maestra. L.S. Hilton

Hay ocasiones en que las campañas de marketing para vender una novela son tan agresivas que todo el mundo va con las expectativas muy altas y eso puede ser contraproducente, y sobre todo bastante injusto con la historia que se narra. Suelo tener los pies en el suelo cuando se me presenta una campaña de ese tipo, no es la primera vez que me he dado un ostión de antología, que luego analizado fríamente y desde la distancia no he considerado para tanto.

Me gusta dejar pasar el boom, y ver que se cuece por las redes, y quizás ese fue mi error, porque la mayoría de las opiniones que leía eran negativas, y pensé que, de nuevo la venta de humo se le daba muy bien al sector editorial, y ni corta ni perezosa la descarté, ¿será por libros? con los que tengo en casa cogiendo polvo por falta de tiempo.

Pero no contaba yo con la insistencia de Kayena, lectora voraz y buena conocedora de mis gustos, que en cuanto termina una novela que sabe que voy a disfrutar despliega todas sus armas seductoras hasta que me convence, así que mi intención de descartar la lectura de Maestra duró lo mismo que la exposición de sus argumentos de porque no podía perdérmela, cualquier pero que yo le insinuara era contrarrestado de tal forma que sentí curiosidad por el libro. Hasta el punto de decidir ser valiente meterme en harina y juzgar por mi misma si el acoso y derribo al que se había sometido en las redes a la novela era de justicia o una forma de cargarse una historia que no ha gustado a unos cuantos.

Debo reconocer que Kayena me conoce más de lo que imaginaba, porque la novela salvo algún que otro detallito me ha encantado, la he disfrutado, me ha estremecido y lo triste es saber que mujeres como Judith, haberlas haylas.

Sinopsis:

De día, Judith Rashleigh es una joven ayudante en una prestigiosa casa de subastas de Londres. De noche, se convierte en una acompañante seductora y segura de sí misma en un sórdido club de alterne del centro de la ciudad.
Pero cuando Judith descubre un fraude millonario en el mundo del arte y es despedida antes de poder denunciarlo, su doble vida se ve radicalmente trastornada.
En su desesperación, huye a la Riviera francesa con un rico cliente del club y accede a un mundo tan glamouroso como corrupto.
Durante todo este tiempo, Judith ha aprendido a vestir elegantemente, a hablar con acento impostado y a actuar con los hombres. Ha aprendido a ser una buena chica. Sin embargo, tiene una amiga que una buena chica como ella no debería tener: la rabia.
Al saber que los tentáculos del complot pueden alcanzarla, Judith tiene que confiar en su fuerza de voluntad y traspasar todos los límites para poder sobrevivir.
La autora:
Aunque no es la primera novela que escribe, las anteriores han pasado bastante desapercibidas, por lo que apenas hay datos sobre la autora y he decidido rescatar los que la editorial ofrece en las solapas interiores.
L.S. Hilton creció en Inglaterra y ha vivido en Key West, Nueva York, París y Milán. 

Tras licenciarse en Oxford, estudió Historia del Arte en París y Florencia. Ha trabajado como periodista, crítica de arte y locutora y vive en Londres. Actualmente colabora con Erina Cressida Wilson en el guión de la película.

Mi opinión:

Siempre le estaré agradecida a Ana por su insistencia en que no descartara esta novela por las reseñas y tuits que había leído, me animó a que me sumergiera entre sus páginas y que me formara mi propia opinión. Con el poco tiempo que he tenido últimamente reconozco que he tardado más de lo que  me hubiera gustado, pero una vez terminada me quedé con tantas ganas de más, que de haber estado en el mercado el segundo de la trilogía hubiera corrido a por él.

Me he planteado como escribir esta reseña, porque si en el mercado ha habido en los últimos tiempos un libro controvertido, sin duda es este. Y después de darle muchas vueltas y con un poco de ayuda extra, porque comentar las novelas con amigos siempre sirve de fuente de inspiración he decidido explicaros en  10 puntos porque para mí merece la pena leer Maestra.

1.- El punto fuerte de esta novela se encuentra en su protagonista Judith Rashleigh, una mujer con carisma, una fuerte personalidad, con las ideas y los gustos muy claros y si se me permite particulares. Ella sola sustenta el peso de la novela, la hace atractiva y te obliga a seguir leyendo. La autora no huye de los tópicos, como no podía ser de otra forma Judith ha tenido una infancia difícil, una madre alcohólica que no se ocupaba de ella, los hombres siempre han desfilado por la vida de su progenitora, y mientras su madre coleccionaba novios y borracheras ella intentaba defenderse del acoso escolar y labrarse un futuro que le permitiera salir de un mundo que le asqueaba. Y ello la convierte en una superviviente, realmente eso es lo que es Judith o Lauren, una mujer que se dedica a sobrevivir y ante el mínimo peligro actúa.

De esa forma vemos dos facetas muy distintas de nuestra protagonista, al principio de la novela Judith se encuentra a final de mes con diez libras en la cuenta corriente y todavía no sabe como va a pagar el alquiler, a pesar de todo cuando se encuentra con una conocida decide dilapidar su escaso dinero y la invita a tomarse un café. Por loco que pudiera parecer a Judith le cambia la vida, comienza a trabajar algunas noches a la semana en un club acompañando a caballeros, y se lleva un dinero en propinas que le hace la vida más fácil, y aquí es donde empieza un poco a fraguarse el cambio en nuestra protagonista, aquí es donde empezamos a ver su verdadera personalidad. Y poco a poco irá dejando a la mujer del principio de la novela y dando lugar a otra mujer más fría, más calculadora, una mujer que se dedica a sobrevivir, siempre en una huida hacía delante, siempre buscando una venganza que la coloque en el lugar que cree que merece.

Solo por encontrarte con un personaje tan rico en matices, tan peculiar, vale la pena sumergirte en las páginas de Maestra, porque nada tiene que envidiarle a Lisbeth Salander Judith Rashleigh, aunque cualquier parecido entre ellas termina en la sociopatía de la que ambas hacen gala, a parte de ese exacerbado instinto de supervivencia

2.- No soy una gran enamorada del mundo del arte, sin embargo me gustan las novelas que me permiten aprender, que crean en mi una curiosidad, que me hacen apartar el libro y  me obligan a bucear en internet, porque ello significa que la novela me ha atrapado, me ha seducido y va a dejarme poso. Judith Rasgleigh es una entendida en arte, desde pequeña le ayudaba evadirse de la realidad que vivía día a día o que más bien sufría. Todo ello la llevó a prepararse a conciencia, a licenciarse, pero a pesar de trabajar en una casa de subastas no consigue ascender en la escala de responsabilidades, después de tres años sigue siendo una asistente. 
Fascinada desde adolescente por Artemisa Gentileschi y sus pinturas, la vemos transformarse en una suerte de Artemisa moderna, que busca la venganza y posicionarse en un mundo que no es el suyo y en el que no puede entrar por carecer de contactos. Artemisa fue una pintora romana violada por un aprendiz de su padre al que llevó ante la justicia, tuvo que sufrir torturas durante el juicio para demostrar la veracidad de lo que denunciaba y su pintura es bastante gráfica, se insinúa la  violencia del acto que refleja.

3.- La autora demuestra conocer los entresijos del mundo del arte, tanto los  más públicos como los privados, las pequeñas corruptelas. De la mano de Judith no solo conocemos como se trabaja en una casa de subastas, tanto en la suya propia como en la competencia, como se tasan los cuadros, como se preparan las subastas. También vemos esa otra cara más oscura, el negocio sucio del arte, que muy a menudo es utilizado por los mafiosos para invertir o lavar su dinero. Podríamos decir que es un claroscuro, el mundo luminoso y bello del arte, de los cuadros, el glamour de los ricos invirtiendo en un mercado que consideran poco volátil, y por otro el mundo del crimen hundiendo las garras en todo ese entramado, buscando esconder el dinero, y al mismo tiempo intentando hacer fortuna.

4.- Para dejar ya el mundo del arte de lado me gustaría hablar del titulo, porque hasta bien adentrada la novela no descubriremos porque la autora, la editorial, o quien se encargara de ello lo eligió y puede tener ello una doble connotación. Por un lado es innegable el protagonismo o al menos la presencia casi continua de Artemisa Gentisleschi, considerada la primera mujer pintora en la historia del arte, y la primera con la que se utilizó el termino Maestra. El mimetismo o paralelismo con nuestra protagonista que comparte nombre la figura central de uno de los cuadros más referenciados en esta historia Judith decapitando a Holofermes, justifica este título. Pero si nos cuesta llegar a este guiño, existe otro, Judith lleva una doble vida, una digamos que respetable y otra más desenfrenada, con gustos un tanto cuestionables, en el idioma original de la novela Maestra puede hacer referencia o bien a una amante, o bien a una mujer con autoridad.

5.- Y aprovecho este último apunte para meterme en en terreno quizás más pantanoso, el que más controversia ha levantado. La novela ha sido catalogada como erótica, y ahí es donde me gustaría alzar mi voz, creo que a estas alturas no es un secreto que frecuento el género, o que más bien lo frecuentaba, porque desde la publicación de Cincuenta sombras de Grey ha degenerado hacia la pornografía, algunas veces de forma innecesaria y soez. La novela en sus inicios no incorporaba escenas de sexo, pero la editora le dijo que nadie compraría la historia que había escrito y que más le valdría hacer algo más erótico para luego no atreverse a publicarlo. Partiendo de esta premisa, os diré que no es una novela erótica, que las escenas son de sexo explicito, tampoco me atrevería a decir que innecesarias aunque tampoco es que aporten demasiado a la trama, a parte de encuentros casuales y letales y hagan subir el tono con un vocabulario adecuado al fragor del encuentro sexual. Me da que Judith es el alter ego de la autora, o al menos esta conoce muy bien el mundo de los club de alterne y otros de intercambio de parejas, o incluso esos clubs en los que se busca sexo con desconocidos con quienes no te vas a volver a cruzar, e incluso buscando opciones menos comunes.

6.- Maestra nos adentra en el exclusivo y exclusivista mundo de los más ricos, de los indecentemente ricos, nos pasea por Paris, Saint Tropez, Ginebra, por la cubierta de los barcos y por las marcas de ropa, zapatos... Un mundo de verdadero lujo que la autora conoce desde dentro y que sin embargo narra como si fuera una visitante que se encontrara con él con casualidad, de este mundo que la protagonista no quiere dejar de formar parte, tampoco querremos apearnos los lectores. Joyas, vestidos, bolsos, pieles, fiestas y dinero derrochado a manos llenas. Ricos que solo piensan en aumentar sus fortunas, en quitarles  las oportunidades a otros como ellos, y de ello se aprovecha Judith. y como no yo lo considero todo un atractivo.

7.- También creo que a pesar de sus peros Maestra puede atrapar a un potencial lector porque podemos vernos un poco reflejados en la protagonista, o al menos en esa faceta social del principio de la novela. Judith podría ser cualquiera de nuestros jovenes universitarios, o cualquiera de nosotros mismos con estudios, aspirantes a un trabajo que nos es negado porque alcanzar el estatus al que aspiramos requiere de unos contactos de los que no disponemos y que quizás si tiene una persona menos preparada que nosotros. Independientemente de que España no sea Inglaterra ni sea tan clasista como esta, podemos extrapolarlo fuera del mundo del arte, y fácilmente podremos reconocer esa frustración por no llegar laboralmente donde desearíamos. Si le quitamos todos los fuegos de artificio seremos capaz de comprender a  la protagonista, no es necesario empatizar con ella, porque la autora no lo pretende, ni siquiera cuando nos relata su dura niñez.

8.- El ritmo de la novela no podemos decir que sea vertiginoso en todos  los tramos por igual, pero lo que si que podemos afirmar es que la autora dosifica con maestría el ritmo, el suspense, en ningún momento se nos hará pesada o nos aburrirá, sabe captar la atención del lector incluso en aquellos momentos en los que la acción se ralentiza, y el arte toma más protagonismo, o simplemente ella se deja llevar por la bucólica vida de los que más tienen. La acción se mantiene en el tiempo porque una venganza se tiene que planificar aunque parezca que Judith va teniendo golpes de suerte en todo momento. La autora hila muy fino y se atreve a narrar en primera persona y en pasado, por ello la protagonista es la que llena toda la historia, la sustenta, ella misma es la novela y controla todos los hechos que narra

9.- Con todo lo que he ido contando no se si habréis llegado a la conclusión de que es una novela muy cinematográfica, o yo tengo una imaginación muy desbocada o me imaginaba las escenas y si cerraba los ojos las veía desfilar, por cierto con los actores que yo elegí, que seguro que no acertaré porque nunca lo hago. Y como la industria cinematográfica no pierde ninguna oportunidad ya han comprado los derechos, incluso antes de que saliera publicada, ahora solo queda esperar como adaptan la historia, porque puede dar mucho de sí.

10:- Si no te he dado suficientes razones para adentrarte en Maestra, jugaré un ultimo cartucho, quizás no sea el más importante, pero tampoco el más baladí. La autora hace gala de una prosa sencilla, y a la vez rica en vocabulario, tanto cuando ser refiere al mundo del arte como al del lujo, quizás le sobra tanta referencia a las marcas, da la sensación de que este promocionada por ellas. Sin embargo me ha gustado que sepa adaptar el vocabulario a las situaciones que describe, a los ambientes en los que se mueve Judith, capaz de lo más exquisito y a la vez de lo más bajo.

Conclusión:

No se si te habré dado suficientes motivos para que te acerques a esta novela, o si te habré dado más claves para descartarla, yo por suerte no lo he hecho y me alegro. Las escenas de sexo son algo secundario, no hay  muchas pero si que son subidas de tono, pero si tanto te molestan pasalas por alto no son muy importantes para el desarrollo de la trama.

Sobre todo creo que no deberías perderte a Judith Rashleigh un personaje complejo, con muchos matices que seguro que nos da todavía muchas sorpresas, y que si lees con atención verás que es muy verosimil.

Yo ya leí Maestra. ¿Tu a que esperas? Si lo has leído ¿Qué te ha parecido?

Pd: Vuelvo tras meses de no reseñar nada, me siento anquilosada y no se si habré sabido plasmar en estas líneas lo que la novela me ha dado a mí, como me ha atrapado hasta el punto de desear leer su continuación y eso que ultimamente estoy saturada de trilogías. Espero quedarme mucho tiempo, y reseñar a menudo de momento aquí estoy