lunes, 9 de junio de 2014

Perdida en...

Hacía tiempo que no os presentaba mis lecturas, he seguido leyendo, sin embargo el tiempo empieza a ser un problema, se me acumulan las reseñas por escribir, y si leo no actualizo, y si actualizo no puedo pasearme por vuestros blogs... Creo que no soy la única bloguera que anda a la greña con Kronos, arañando minutos, segundos y microsegundos para poder llevar el blog en condiciones, sin conseguirlo la mayoría de las veces.

Esta es una de las secciones que se han resentido pero no la única, y es que aunque la rodilla no está bien del todo he vuelto a trabajar, y la verdad es que se nota tanto en el ritmo lector como en el escritor. El primero sigo llevándolo más o menos bien, porque aprovecho cualquier tiempo muerto, pero durante la jornada laboral no tengo acceso a internet, por lo que no puedo adelantar las reseñas, ni leer o comentar vuestros blogs. Poco a poco intentaré ponerme otra vez al día con las lecturas las actualizaciones blogueras.

Sigo sin ser fiel a una sola novela, desde hace un tiempo la lista de pendientes crece tan peligrosamente que he decidido llevar dos historias al mismo tiempo, de esa manera cuando una se me estanca le doy oportunidad a la otra. En la realidad una es mi lectura de viaje y la otra la de casa, aunque ahora me desplazo al trabajo en coche y estoy bastante lejos, pero almorzar sola tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y yo he decidido aprovechar las primeras y minimizar las segundas, y un libro es una compañía excelente, además de matar dos pájaros de un tiro.

Mi libro viajero, el que me acompaña todos los días al trabajo y algún ratillo en casa, es de una autora con la que no me he estrenado a pesar de tener en la estantería varias novelas suyas, y la verdad es que me da vergüenza admitirlo, pero no siempre consigo dar salida a libros que entraron en casa con una ilusión tremenda. Estoy hablando de:



Titulo: Deseo de Chocolate

Autora: Care Santos

Editorial: Planeta

Nº Páginas: 421




Así comienza...


Dieciséis pedazos de porcelana blanca de formas y tamaños diferentes y un tubo de cola " de la que todo lo pega". Max se entrega al juego, nada divertido, de hacer que encajen como quien arma un rompecabezas. Son más de las tres y medía de la madrugada y debería estar durmiendo_ tiene que levantarse dentro de cuatro horas_, pero le ha prometido a Sara que lo haría y no quiere faltar a su palabra.

Uno por uno va tomando los fragmentos y les busca un posible compañero. Cuantos más encuentra, menos posibilidades de error quedan sobre la mesa. Impregna los cantos con el pegamento y los hace coincidir, presionando un poco para que el fluido pegajoso haga lo que debe. Satisfecho, observa el resultado. En algunos casos consigue que la cicatriz sea casi invisible. En otros  es más difícil, sobre todo si el corte no ha sido tan limpio y se ha deshecho en pequeñas esquirlas. A pesar de todo, poco a poco Max reconstruye lo que parecía perdido para siempre. Vale la pena caerse de sueño después de una velada tan larga como la de hoy. Sara se llevará una buena sorpresa cuando entre en la cocina por la mañana y vea que se ha tomado la molestia.

No dice mucho este párrafo pero os aseguro que está introduciendo la historia... de momento  me está gustando mucho la novela, y aunque llevo más bien poco creo me voy enamorando poco a poco de la historia.

En casa me aguarda otra novela, diferente. Suelo escoger bien lo que me ofrecen, sin embargo no supe decir que no, quizás porque a pesar de no haber visto la serie, me llamaba la atención. Y creí que al no tener ninguna referencia anterior a la trama podría dar una visión distinta a la de aquellos que si se han sumergido en ella. Os hablo de:



Título: El príncipe

Autor: Salva Rubio

Editorial: Suma de Letras

nº Páginas: 478



Así comienza...



El móvil del cadáver comienza a sonar. Fran parpardea, despierta de su ensoñación, retira la vista del horizonte. Pero ni el ni ninguno de los otros dicen nada, por el momento. Fran entorna su mirada más allá del sucio parabrisas del coche patrulla, hacia la amplía, magnífica y difusa perspectiva del estrecho de Gibraltar que el todavía distante amanecer comienza a perfilar para él. Tantos años en Ceuta, piensa, y todavía no puede evitar que ese largo instante le atrape la mirada, le fascine, subyugue e hipnotice como la primera vez que llegó allí como policía novato.

"La frontera", cavila Fran, como pensó entonces. El móvil sigue sonando, insistente, irritante, recordándoles a los tres ocupantes del coche patrulla lo que acaban de hacer Y lo que se disponen a acometer.

No os puedo decir nada de esta historia porque en realidad la comenzaré esta noche, ayer terminé La piel dorada de Carla Montero de quien os hablaré en breve y hoy me sumergiré en esta historia que he de reconocer que comienza bastante fuerte..


jueves, 5 de junio de 2014

La noche soñada. Màxim Huerta


Que lejos queda ya El susurro de la caracola, novela del mismo autor, que un buen día cogí de la biblioteca enamorada de su titulo, y que por poco descarto cuando descubrí quién era su autor, suerte que ya llevaba leído más de la mitad del libro y este me había atrapado poco a poco, y decidí vencer mis prejuicios. Cada día doy gracias a que fuera capaz de hacerlo, porque este autor se ha convertido en uno de los de cabecera, cuando saca una novela me tiro de cabeza a por ella, sin comprobar si la piscina tiene agua, o si por el contrario está vacía. De momento no me ha decepcionado, cierto es que su primera novela, Que sea la última vez... que se reeditó a raíz del éxito de El susurro de la caracola, era algo más floja, o el género no iba conmigo, que todo puede ser.

Cuando se falló el Premio Primavera, y vi que Màxim era el galardonado supe que tenía que leerla sí o sí. Así que no dudé hacerme con un ejemplar, por unas razones u otras el libro ha tardado un poquito en llegar a mis manos, encima lo hizo en un momento difícil de saturación de lecturas, de bajón emocional a cuenta de una rodilla que no termina de restablecerse, y acumulación en el ámbito laboral, que  me deja pocas horas de esparcimiento que en ocasiones no puedo aprovechar.

Una vez disfrutada, tengo que reconocer que esta lectura está más en la órbita de El susurro de la caracola, que en la de Una tienda en París, una novela con oscuros secretos que desvelar, muy emotiva, en la que nada parece lo que es y que cuando ya crees que has dado en el clavo y has descubierto lo que esconde te encuentras con una sorpresa en mayúsculas, lástima que esta se produzca casi al final y sin tiempo para digerirla por parte del lector, además el autor tampoco da demasiadas explicaciones...

Es difícil contar el argumento de un libro que toca tantos palos, intentaré sin descubrir nada tocar todos y cada uno de ellos, en una novela que contra todo pronostico tiene un marcado acento femenino por más que quién la narra sea un niño,y treinta años más tarde el hombre en que se ha convertido. Pero no adelanto más conclusiones, salvo que os la recomiendo encarecidamente porque seguramente removerá muchas cosas en vuestro interior.

El autor:

Màxim Huerta Hernández nació en Utiel, Valencia en 1971 y es periodista. Tras licenciarse en Ciencias
de la Información por la Universidad CEU San Pablo de Valencia inicia su trayectoria profesional en radio y medios escritos de su tierra natal. Su salto a la televisión se produce en 1997, en Canal 9.

Comienza a trabajar en Telecinco en 1999. Fue uno de los rostros de los Informativos Telecinco, formando parte del equipo que cubrió acontecimientos como la Guerra de Irak y la de Afganistan. En 2005 da un giro a su carrera profesional y se incorpora al equipo de presentadores de El programa de Ana Rosa. Es miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión.

 Ha publicado las novelas Que sea la última vez..., El susurro de la caracola y Una tienda en París, uno de los grandes éxitos de narrativa del 2013.

Puedes conocer más del autor en

www.màximhuerta.com

@maximhuerta

www.facebook.com/Maximhuerta


Sinopsis:

En la víspera de San Juan de 1980, los habitantes de Calabella, en la Costa Brava, esperan a la mítica Ava Gadner, que va a inaugurar el cine del verano del pueblo. Todo el mundo está pendiente de la actriz, salvo Justo, el benjamín de la peculiar familia Brightman. Es el día más mágico del año, el muchacho ha decidido que , en vez de pedir un deseo, va a hacer todo lo que esté en su mano por cambiar el destino de los suyos.

La noche soñada es una historia sobre la búsqueda de la felicidad. De la mano de Màxim Huerta el lector descubrirá que el viaje más arriesgado es el que se emprende hacia el amor, tantas veces doloroso e imposible, pero con el nunca deberíamos dejar de soñar.

Mi opinión:

Nos encontramos ante una novela de emociones, que al contrario de lo que podríamos pensar está vista desde un marcado prisma femenino, al no ser el protagonista absoluto Justo, si no más bien un secundario muy necesario porque es el quién nos cuenta la historia en primera persona, al principio es la voz de un niño de doce años que ve que en su casa reina la opresión, que su madre no es feliz y el miedo paraliza a esa familia compuesta por doce mujeres y dos hombres.

Siempre he resaltado la facilidad con la que Màxim suele colarse en un mundo de mujeres, como es capaz de meterse en su piel y de transmitirnos emociones sin que se note que tras la pluma se encuentra un hombre, ahora me ha sorprendido dando voz a un niño, uno un tanto especial porque Justo no es como los chicos de su edad, es un niño con un sentido de la responsabilidad muy marcado, es un chico soñador, muy volcado en su madre y en una de sus tías, un chico inteligente, al que no le gusta la escuela y que espera como agua de mayo las notas que su madre le deja sobre la cama cada noche.

Ese niño un día decide cambiar el destino de su familia, en búsqueda de una felicidad que les es negada, y a costa de querer ser feliz no actúa como moralmente se espera, sin embargo el lector tomará partido claramente por él, otra cosa son las consecuencias que tiene esa decisión tomada que le acompañarán toda la vida como una losa, a pesar de haber sido muy feliz en su infancia esta le rehuirá en la juventud y si no aprende la lección en la madurez.

He comentado que se trata de una novela que toca muchos palos y me gustaría daros unas pinceladas sin descubrir demasiado.

Temas:

El amor: quizás este sea el tema más importante, pero el amor en su sentido más amplio, y sobre todo el materno filial, alfa y omega de esta historia. Entre Teo y su hijo hay una gran complicidad y un deseo de proteger al niño de la realidad que se vive en casa, no solo a Justo, también a Liz, sin embargo Teodora no cuenta con la perspicacia del menor, o quizás porque si cuenta con ella y sabe lo que sufre comienza una forma de comunicarse con él basada en notas que deja cada noche en su cama o en su mesita de noche, en ellas le escribe lo mucho que lo quiere aunque en su día a día no sepa expresarlo.

El fraterno: por la relación de complicidad entre las nueve hermanas de Teodora que comparten casa con la familia Brightman. Mujeres muy excéntricas, que se hablan en privado de usted y en publico se tutean.  Y la relación que mantienen Justo y Liz que va evolucionando a lo largo de la novela desde la indiferencia hasta la complicidad.

El de pareja: prefiero llamarlo así y no pasional o romántico porque todo amor real tiene una cara y una cruz. Y eso lo sabe bien Teodora, sin embargo la cruz se expone de forma tan sutil que no pasa desapercibida al lector, pero no se regodea en los aspectos más crudos del tema, y supongo que a estas alturas sin nombrarla ya imagináis cual es la cruz. Thomas y Teodora forman una pareja de apariencias que su marido ya no se molesta en esconder en privado, a pesar de obligarla a mentir día si y día también.

La vida le va a dar otra oportunidad para amar y ser feliz, de la mano de un músico italiano, pero esta historia os corresponde descubrirla a vosotros

Pero no es la única que vamos a encontrar aunque algunas son tan secretas que solo las vamos a conocer al final de la novela y no os las voy a desvelar yo aquí.

Además de ese amor de pareja podemos encontrar enamoramientos juveniles o adolescentes, el que siente Justo por su vecina Sofía, y el de Liz por un chico tosco y rural del pueblo, Ramón

Y si algo sobrevuela esta novela es el amor a la vida, a la lectura, a la fotografía, al cine y a la música, y cada uno de estos amores los encarna un personaje. Y no podía faltar el amor al mar, y es que este está muy presente en lo que yo llamaría la primera parte de la novela, la que está narrada por el Justo de 12 años y después encontramos ligeros guiños.

La felicidad: Entendida esta como ausencia del yugo opresor, de la libertad para poder volar, para hacer lo que uno crea más conveniente sin temor, sin miedo a las consecuencias que pueda tener. Sin embargo la búsqueda de esta felicidad no se hace de la forma más correcta, porque el fin jamás justifica los medios.

El cine: Este tema me ha llamado poderosamente la atención, por un lado está la excusa Ava Gadner y su visita a Calabella, y a partir de ese señuelo se nos habla de la actriz, de sus amores, de su  imponente físico, de sus películas. Y también se toca el tema a través de Liz y su afición la revista Fotogramas de donde recorta los artículos que le interesan.

La lectura: Me gustan los libros que hablan de libros. Teodora es una gran lectora, le sirve de evasión, para soñar y escapar de la realidad, tiene un libro recurrente Fiesta en París de Heminway, sin embargo son más los que se nombran, supongo que en ella plasma Màxim su amor por la lectura porque nos regala frases dignas de ser compartidas.

La música: tanto clásica, como jazz, pero más la primera para ser sinceros. A través de Francesco y de Sofia descubrimos un mundo de compositores, de instrumentos, de partituras, de estilos musicales y de notas. La excentricidad de ambos no tiene limite, la pasión por la música tampoco, el amor que destilan sus palabras para una conocedora amateur de la música no tienen precio.

La fotografía: Justo descubre unos fondos de ciudades que usaba su abuelo, fotógrafo, para trabajar, en ese momento decidió que sería de mayor, y que no usaría fondos, el viajaría, recorrería mundo. Esa faceta queda más patente en la parte narrada por el Justo adulto, y a mi modo de ver es tremendamente apasionante, igual es porque la fotografía me atrae mucho, porque me gustaría haber viajado tanto como Justo, haber sabido volar, pero no es compatible con la vida familiar y yo elegí esto último.

El amor por la vida: Visitación la hermana mayor de Teodora es una mujer excéntrica, que disfruta de cada instante cantando canciones, viviendo la vida entre dulces, y amores que esconde entre letras que unas veces reproduce y otras inventa. Su vida transcurre en la cocina entre harina, azúcar, y anís, siempre entonando un bolero, y escondiendo en él consejos de amor dirigidos a su sobrino, siempre aconseja ser feliz, aunque muchos la tomen como loca, ella simplemente disfruta de la vida.

La culpa: Actuar en contra de lo establecido siempre comporta remordimientos, aunque la vida de toda la familia cambia y la felicidad llama a la puerta, Justo no puede olvidar su secreto y lo carga a la espalda como si de una mochila se tratara, pero no es el único.

Entre líneas hay escondidos otros temas, sin embargo no los voy a hacer patentes para no fastidiar la lectura a quien la tenga prevista o pendiente.

Personajes:

No se puede decir que estemos ante una novela coral, aunque los hay y muchos, sin embargo no todos están desarrollados de igual forma, de algunos simplemente se ofrecen pinceladas y eso me lleva a no considerarla una novela coral.

Sin duda el personaje más desarrollado es Justo, el narrador de esta historia, se nos ofrece una visión bastante completa del personaje, comienza la historia cuando tiene 12 años y decide cambiar la suerte de su familia, hasta el capitulo 27 nos muestra de una manera u otra su infancia y adolescencia, a partir de ese momento el relevo lo toma el Justo adulto con flash back , y seguiremos conociéndolo, a través de lo que él nos cuenta, y también de lo que piensan los demás de él, su hermana, su tía Visitación, su madre, Francesco e incluso Sofia.

A Justo se le conoce como el hijo del irlandés, es rubio, con unos ojos azules inmensos, mal estudiante, muy sensible, se define como cobarde sin embargo no le tiembla la mano cuando toma una decisión, se cree incapacitado para amar y convierte su vida en una continua huida hacía adelante, que le facilita su trabajo como fotógrafo free lance de una revista de viajes.

Liz: Es la hermana de Justo, una chica en ocasiones adorable y otras las más odiosa, tiene un carácter difícil y siguiendo la estala de su padre se dedica a machacar a su madre hasta que entre ellas nace la complicidad. Me ha costado mucho empatizar con este personaje, pero al final he logrado al menos entenderla.

Teodora: Yo diría que junto a Visitación es la protagonista encubierta de esta novela. Teo como la llaman sus hermanas y conocidos, es una mujer hermosa que tuvo la mala suerte de enamorarse de príncipe que se transformó en ogro. El amor que siente por su hijo es tan grande y lo ve tan acomplejado que se dedica a curar sus heridas, a darle fortaleza y a mostrarle lo que no puede expresar en persona a través de unas notas que su hijo terminará coleccionando.

Visitación: De las nueve hermanas de Teodora, es la que más fuerza tiene en la novela y la que a mi me ha llegado más profundamente. La mayor de todas intenta llenar de música y alegría una familia que no tiene mucho que celebrar. Todos creen que está loca, pero ella se dedica a ser feliz. Mordaz, inteligente, y con mucho sentido del humor es un personaje que no dejará indiferente a ningún lector.

Thomas: El irlandés, personaje odioso donde lo haya, no aparece mucho en la novela, pero lo suficiente para que se gane la antipatía del lector. En todo cambio de príncipe a ogro hay un culpable, y en este caso me temo que es el alcohol. Las perrerías que inflige a su familia son de antología, pero la parte más dura se la lleva su mujer y en segundo lugar su hijo, del que se ha propuesto hacer un hombre porque entre tanta mujer teme que sea un blando.

Francesco: Un italiano que recala en Calabella, vecino de Teo en la cal donde viven desde que su vida cambiara. También arrastra un amor que ha terminado y se ha volcado en su única hija Sofía. La música es su vida, algo excéntrico aporta la parte más tierna y a la vez la más alocada. Francesco simplemente es único, a mi no me importaría tener uno en mi vida, aunque en cierta medida lo tengo.

Sofía: Algo mayor que Justo, es la hija adolescente de Francesco, tiene una sensibilidad especial para la música y se pliega a los deseos de su padre, aunque a escondidas los transgrede un poco. Su vida mejorará con la llegada a Calabella, entablará amistad con Justo y su hermana de los que se hará amiga.

Y estos son todos los personajes que yo destacaría, sobre todo porque son los que están dibujados con más esmero, a algunas de las hermanas de Teo solo se las nombra, por lo que no llegamos a conocerlas en ocasiones solo algún aspecto físico, como la gordura de María Montaña, otras algún aspecto de su personalidad como la ingenuidad de Maravillas...

Ambientación:

La novela transcurre en un principio en un pueblo fruto de la imaginación del autor Calabella, es la típica localidad a orillas del mar Mediterráneo con las características de la Costa Brava. Para ser sinceros poco conocemos de ella, la casa de las hermanas, la plaza, el bar del pueblo y el frontón y luego el camino rural que lleva a la finca que perteneció a los abuelos maternos de Justo y donde se instala los tres huyendo de la compasión del resto de habitantes y buscando un poco de intimidad.

El idílico paisaje que nos describe Màxim, con ese mar de fondo, ese acantilado, y la paz que se respira te llega al alma. Al menos a mí que soy una enamorada del mar, del sosiego y la paz que desprende hasta en los días en que anda agitado, de los reflejos de la luna en las tranquilas aguas que en ocasiones actúan de lienzo. Sinceramente me ha enamorado el pueblo que ha inventado, la forma en que lo ha descrito, la energía de este enclave casi rural donde todos se conocen y los vecinos actúan como juez y parte.

El tiempo en que transcurre es más o menos reciente, 1980, y el autor ha tomado como excusa una fiesta que en Cataluña tiene arraigo y tradición, me consta que también en algunos pueblos de la Comunidad Valenciana también pero desconozco si con la misma intensidad. La víspera de San Juan en toda Cataluña, sobre todo en los pueblos costeros, o puede que solo allí es posible encontrar verbenas, una fiesta para compartir, para conocer a gente y porque no para coger alguna que otra borrachera. Un día muy adecuado para poner en marcha un plan. Además es tradición hacer hogueras en la playa, en algunos sitios bañarse a media noche y pedir deseos. Justo decide que el ese año no va a pedir ningún deseo, va a hacer realidad los de su familia.

Aunque el autor toma como excusa la visita de Ava Gadner al pueblo, se puede ver como la población se prepara para pasar las fiestas, con la nevera a rebosar de comida cocinada que solo tendrá que ser calentada, las charangas en las calles amenizando la fiesta, las hogueras en la playa, la gente engalanada, la visita a la iglesia...

En 1982-1983, la familia cambia de país sin embargo eso solo lo conoceremos superficialmente, sin embargo el 75 cumpleaños de Teo la reune con su hijo en Roma, y ahí si que pasearemos de la mano de Màxim por alguno de los enclaves más turísticos. Y de la mano de Justo y sus fotografías de edificios, conoceremos algunos lugares emblemáticos de otros países, pero de forma superficial para mi gusto, si se hubiera recreado no me hubiera importado en absoluto, porque soy una enamorada de sus descripciones y de su forma de escribir.

La estructura:

Nos encontramos ante un libro con una encuadernación exquisita, tapas duras, con cubierta y solapas, y lo que llama la atención es que al quitar estas, no encontramos un color neutro para la portada si no que está reproducida a todo color y con brillo la misma que en la cubierta. Una portada que enamora a la vista, y que en cierta medida resume lo que vamos a encontrar en su interior, aunque sinceramente me parece que ese niño difícilmente puede tener doce años. Volar fue siempre el sueño de Justo, viajar, conocer mundo, sin darse cuenta estaba huyendo, una metáfora de su vida, siempre una huida hacía adelante que le pasa factura en el ámbito amoroso y le otorga el éxito en el laboral.

La novela se divide en treinta y ocho capítulos de longitud media, cuyos títulos son bastante reveladores y nos muestran un resumen de lo que vamos a encontrar en ellos, o esconden la clave de la narración. Como he comentado en varias ocasiones a lo largo de esta reseña se narra en dos tiempos verbales por un mismo narrador que cambia sorpresivamente de edad para que podamos comprender la magnitud de las consecuencias de su forma de actuar.

En los cinco primeros capítulos Màxim nos pone en situación, nos presenta a Justo y a su familia, nos va mostrando el infierno en el que viven, las ganas del muchacho de darle la vuelta a la situación, la gota que colma el vaso y el plan que traza y que por momentos se ve incapacitado para llevarlo a cabo y otras se crece y piensa que no hay vuelta atrás.

A partir del capitulo 6 cambia el tiempo verbal y del presente Justo comienza a relatar en pasado, todavía se impone el niño de doce años que ha cambiado el destino de la familia y es en el capitulo ocho cuando un Justo ya maduro comienza a imponerse, se encuentra en Roma para asistir al 75 cumpleaños de su madre, y tiene un regalo muy especial, confesarle que pasó treinta años atrás, comienza entonces a mezclarse a veces dentro del mismo capitulo, las menos y en ocasiones en capítulos alternos, aunque podemos encontrar incluso dos dedicados al pasado, presente y pasado, la voz del niño y la del adulto, en ocasiones podemos ver el mismo hecho tal y como sucedió y como se conserva en sus recuerdos. Empatizar con Justo no es nada complicado, entendemos porque hizo lo que hizo, sin embargo cuesta más entender que le pasa ahora, ¿porque sigue siendo un negado para el amor cuando entonces no lo era?. Nos muestra ligeras pinceladas de lo que le aterra, ser una copia de su padre, sin embargo seguramente no es solo eso... entre líneas el autor nos deja entrever algunos motivos, pero de forma vaga.

El capitulo 33 sin entender muy bien porque, nos relata la vida de Sofia en Londres, imagino que la excusa se encuentra en que Francesco y Justo hablan de ella, aún así a mi parece metido con calzador porque nada se nos cuenta de Liz salvo que ha vuelto a Calabella. Si hay algún motivo en especial para este capitulo la verdad es que yo no he logrado entenderlo, como no sea el guiño al pasado de los corazones de tiza que casi me hicieron dudar de la paternidad del hijo de Sofia, por ello no le veo sentido.

Puede que el capitulo 37 sea la clave de esta novela, sin embargo a mi se me ha hecho corto, me hubiera gustado conocer como reacciona Justo ante la revelación que se le hace y que en cierta manera le libera de algunos fantasmas de su pasado, sin embargo no es así, algo se ha removido dentro de él, lo demuestra el ultimo capítulo sin embargo este también me ha resultado corto, o me ha faltado algún epilogo. Aún así la novela me ha parecido muy interesante.

En ningún momento nos perdemos a pesar de esos capítulos alternos porque al principio de cada uno nos pone la fecha en la que transcurre, en los que acaecen en Roma incluso la hora, porque toda la acción transcurre un 14 de febrero, día que cumple años Teodora. No me ha parecido una estructura compleja, pero seguro que  la hora de escribir no resulto fácil hacer encajar todas las fechas.

Màxim hace gala de una pluma bella, sin demasiados artificios literarios, sin embargo recurre a la metáfora en muchas ocasiones, en boca de Visi sobre todo para explicarle a su sobrino los entresijos del amor. Nos regala reflexiones envueltas en frases bellas que no pueden hacer más que cautivar al lector, sobre todo a aquellos que nos gusta coleccionarlas.

Conclusión:

La noche soñada es una novela que no te dejará indiferente, entrar en el mundo de Màxim y su forma de narrar no siempre es fácil, recuerdo lo mucho que me costó hacerlo en El susurro de la caracola porque como no dispones desde el primer momento de las claves, hasta que las piezas encajan uno se puede perder. Esta es la cuarta novela que leo  del autor, así que secretos tiene pocos ya para mí y me ha enganchado desde el minuto 1.

Es verdad que en ocasiones puede resultar repetitiva, porque nos informa de que hay un plan, se nos dice que lo han puesto en marcha, conocemos el resultado del plan, pero hasta muchos capítulos después no se nos informa del como y para ponernos en situación nos lo vuelve a relatar todo o casi todo como si los primeros seis capítulos no existieran, a mi no me ha molestado, pero puede que algún lector si se pueda sentir molesto. Y eso es solo un ejemplo porque pasa lo mismo con otros hechos que narra

Si le tengo que sacar algún pero, se lo pondría al desenlace porque me he quedado con ganas de saber más, aunque reconozco que las revelaciones cuestan de digerir, me han faltado reacciones de Justo, y el ligero guiño del último capitulo podría servirme pero si no eres hábil para leer entre líneas se escapan muchas cosas. De hecho lo he leído cuatro veces y cada una de ellas he entrevisto cosas distintas.

No es una novela 10, pero si que está muy cerca de serlo, a mi me ha gustado mucho, pero reconozco que soy una fan del escritor. Un premio más que merecido, al menos en esta ocasión no me he preguntado que ha valorado el jurado...

Ahora te toca a ti decidir si te apetece adentrarte en el mundo de Justo y no temas no es una novela para mujeres, aunque el AMOR este muy presente en ella, no es romántica ni por asomo, aunque puedas encontrar sentimientos profundos en ella. Y muchas frases que coleccionar